NO PERDÍ EL OJO


Desde hace varios meses, tengo un "epitelioma" en la nariz a la altura del lagrimal del ojo izquierdo, me puse en manos de una dermatóloga que me dijo que tenía un posible "cáncer basocelular" y que consideraba urgente que me lo trataran, ya que no tenía en su clínica los medios necesarios para su intervención.


Fui a varios médicos y especialistas y a los siete meses y por fin, con todos los estudios realizados, optaron por la intervención, me hablaron claro diciéndome desde el principio la realidad y posibles consecuencias, incluido que casi seguro perdería el ojo.


El día 16 de Marzo, me operaron y vieron que no hacía falta (de momento) extraerme el ojo, ya que se pudo limpiar el 99% del carcinoma, aunque el ojo quedó bastante dañado, mi visión quedó al 30% ¿Por qué?, porque el carcinoma se había extendido por la parte más blanda del entorno.


Cuento este pequeño periplo médico para que sepan el por qué tengo que agradecérselo a Amparo Portilla Crespo, pues desde el primer momento puse mi enfermedad en sus manos, para que por su intercesión pidiera al Señor por mi salud, lográndolo, ya que era muy probable que no saliea la intervención quirúrgica tan bien como resultó.


Gracias "Amparito" por este inmenso favor que me has hecho, que estoy seguro no te lo podré pagar salvo con mis oraciones y el cariño a la familia Romero-Portilla.


Gracias a Dios y a ella hoy puedo escribir esta carta de agradecimiento desde lo más profundo de mi corazón. Gracias Amparo, muchas gracias y que pronto, si Él lo desea, la veamos canonizada.


J.M.

Galdar (Las Palmas de Gran Canaria) - 21.05.10