MI HIJO DE 20 AÑOS


Recientemente he comenzado a encomendar a Amparo, que fue una gran madre, que cuide de mi hijo mayor.


Tiene 20 años muy normales, y por tanto, algo despistado, con una relación de adolescente tardío conmigo.


De una manera imprevista tuve la oportunidad de viajar a Roma. En todos los sitios se reza muy bien, pero Roma es Roma. Mi plan era ir y volver en el día.


Le propuse a este hijo que haríamos un viaje más largo si me acompañaba (en septiembre de 2005 había rechazado un viaje con el mismo contenido). Para mi alegría esta vez ha aceptado; seis días de convivencia familiar, oración y turismo romano que han sido un regalo del cielo.


Doy gracias por el favor recibido. Sigo pidiendo a Amparo que le cuide y le ayude a espabilarse en los estudios.


M.L.

Madrid, 16.04.06