ATRAPADA BAJO EL PATÍN DEL MAR


El día 15 de agosto de 1999, sobre las 12 de la mañana, fui con mis dos hijos y tres amigas de mi hija, a alquilar un patín, para dar un paseo por el mar, en Campoamor, una playa del sur de la provincia de Alicante.


Había bandera amarilla y un poco de olas. Muchísima gente estaba bañándose. El que alquilaba los patines me comentó, que no había peligro.


Empezamos entre los seis a empujar el patín hacia el mar, para sobrepasar la zona donde rompían las olas y poder montarnos encima.


En eso vino una ola más grande y empujó con violencia el patín hacia atrás, los niños estaban a los lados y no les pasó nada, pero yo estaba justo detrás.


Y el agua me tiró y me quedé debajo del patín. Estaba debajo del agua, con el patín encima y pensé, sin respirar puedo aguantar un rato, pero cuando se retire el agua de la ola el patín descenderá y me aplastará contra la arena.


Todo fue muy rápido, el agua no descendió tanto como yo creía. Vino corriendo el hombre que nos había alquilado el patín y me ayudó a salir. Solo tenía una pequeña herida en el antebrazo izquierdo.


Mi hija de once años, aún estaba gritando, "¡Mamá, mamá!", muy asustada al ver que yo había desaparecido debajo del patín.


Estuve durante varios días dándole gracias a Amparo, porque por su intercesión, me había ayudado y lo que podía haber sido muy grave, se quedó en nada.


CARMEN R.

Alicante, 1998