TRES FAVORES SEGUIDOS


En diciembre de 1999 me diagnosticaron una hepatitis. Estaban cercanas las fiestas de Navidad y siempre nos hemos reunido toda la familia, pero para ello tenía que hacer un largo viaje. No solamente me preocupaba esto sino el posible contagio de la enfermedad, especialmente a mi hija mayor que estaba embarazada. Así que estampa en mano, comencé a pedir a Amparo la solución de estos problemas. Todo fue perfectamente, celebramos las fiestas unidos como siempre, la única diferencia es que todos me atendían a mí y fueron unas plenas vacaciones de reposo.


Animada por este favor, ahora comencé a encargarle el segundo. Me había incorporado a mí trabajo, después de un mes de baja, iba a nacer mi primer nieto y yo no quería perdérmelo, tampoco podía tomarme vacaciones. Ellos viven a 600 Km. Pues bien mi hija se puso de parto el sábado de madrugada, yo pude coger un tren y llegar dos horas antes que el bebé(nació a las 8 de la tarde) Nueva deuda con Amparo.


Animada por la eficacia de su intercesión he vuelto a pedirle varias ayudas más, la última la reconciliación de unos familiares cuya desunión era muy dolorosa. Ya está arreglada.


Quiero con mi testimonio animar a pedirle favores a Amparo, porque su intercesión es muy eficaz y como madre es muy comprensiva.


Mª LUISA S.

Sevilla, 11.04.02